Para reflexionar:

"El secreto de la libertad radica en educar a las personas, mientras que
el secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes. "

Maximilien Robespierre

martes, 8 de noviembre de 2011

Una humanidad Enferma‏ ¿?

El siguiente articulo fue escrito por  Raúl Benoit y llego a mi correo mediante un grupo al que estoy unida en internet. El autor expresa su opinión ante la situación actual   sobre la Humanidad, siguiendo la guía de trabajo lee y realiza las actividades indicadas: 

Las llantas del camión pasaron sobre el frágil cuerpo de Wang Yue, una niña de dos años que deambulaba por una calle comercial y minutos después otro carro la aplastó, por segunda vez. Esto ocurrió el jueves 13 de octubre en la provincia de Cantón, en China.
Las impresionantes imágenes, que circulan en YouTube, no me dejaron conciliar el sueño por varias noches, pero lo que más me causó insomnio y náuseas es la cantidad de vecinos que circularon impasibles al lado del cuerpo moribundo y bañado en sangre de la chiquilla, sin ningún tipo de consideración humana más que una mirada morbosa.
Sorprende esta indiferencia social entre los chinos que por naturaleza son curiosos, pero lamentablemente es un fenómeno que se multiplica en todo el mundo: la indolencia social, un síntoma que muestra a una humanidad enferma.
La insensibilidad se ve en todos los ámbitos. La macabra imagen de Muammar Gadafi, el dictador de Libia ajusticiado el jueves 20 de octubre, no me impactó tanto como ver la foto de los rebeldes y curiosos tomándole gráficas y videos como si estuvieran en una fiesta de disfraces. Estos individuos, ávidos de morbosidad, tal vez con el fin de guardar un recuerdo de tan “magno evento”, se excedieron.
En otras imágenes se ve cómo manipulan el cuerpo sin vida del terrorista y se acomodan para abrazarlo. Lo que asusta de esta historia es que se les está entregando el poder de Libia a otros bárbaros.
No se trata de pedir respeto especial para un criminal, pero sí se debe tener un grado de compasión y sensibilidad con un muerto.
Estas realidades atroces, comprueban que los seres humanos nos hemos vuelto crueles e indiferentes, quizás porque la violencia, la destrucción y la guerra, la vemos pasar frente a los ojos, como una película, en noticieros de televisión y la internet.
En Latinoamérica, en el caso de ser testigos oculares de accidentes, crímenes callejeros o delitos de cualquier índole, muchos ciudadanos usan como pretexto no involucrarse para no tener que ir a declarar ante una corte o correr el riesgo de ser objetivo de los bandidos.
Es deprimente ver cómo frente al dolor humano, pocas veces la gente reacciona para auxiliar a quien lo necesita.
En Miami, por ejemplo, en las zonas donde viven los hispanos, se ha perdido el respeto por las personas mayores y los niños, pero en cambio, hay una exagerada obsesión por socorrer a las mascotas, como los perros y gatos. Si uno se atreve en su carro a ceder el paso a un anciano en una calle, tiene que soportar el insulto de otros choferes que creen ser perjudicados por la obligación que todos tenemos de ayudar al prójimo.
La decisión de no querer meterse en problemas, tal vez llevó a la muerte a Cristina Siekavizza, una joven madre guatemalteca que fue asesinada por su esposo frente a sus hijos. Segundos antes, ella salió a un balcón a pedir ayuda con su cabeza ensangrentada, pero los vecinos del barrio ignoraron los gritos desesperados.
Es indispensable que la sociedad reaccione y reflexione sobre esta indolencia humana que parece contagiosa y nos está llevando a vivir en un mundo de soledad, donde si nos pasa algo quizás nadie nos voltee a ver.
Es tiempo de reflexionar! 

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Atención Centrada en el Paciente?

Lee el siguiente dialogo que se desarrolla entre un usuario y el personal de salud de un hospital y analiza si la interacción nos da como resultado una atención centrada en el paciente: 

EL PACIENTE DE LA 376
HECHO REAL (Ring, ring, ring) 
- Hospital Xeral de Lugo buenos días. 
- Si, Buenos días, quisiera hablar con alguien que me de información sobre un paciente que está internado. 
- ¿De qué paciente se trata?
 
- Se llama Antonio Comesaña Otero y está en la habitación 376.
 
- Un momento, le paso a enfermería.
 
- Buenos días, habla la enfermera Luisa Casal, ¿en qué puedo ayudarle?
 
- Quisiera saber las condiciones clínicas del paciente Antonio
 Comesaña Otero de la habitación 376, por favor. 
- Un minuto que voy a localizar al médico de guardia.
 
- Buenos días, habla el doctor Quirós, ¿en qué puedo ayudarlo?
 
- Verá doctor, quisiera que me informasen sobre el estado de salud de Antonio Comesaña Otero de la habitación 376.
 
- A ver, un minuto que consulto la ficha del paciente.
 
- Bueno, gracias
 
- Aquí está. Veamos, hoy se alimentó bien, la presión y el pulso se mantienen estables y está respondiendo bien a la medicación por lo que mañana le retiraremos el monitor cardíaco, si continua en esta línea le daremos el alta en dos o tres días.
 
- ¡Muchas gracias doctor, no sabe usted la buena noticia que acaba de darme! ¡Joder que alegría!
 
- Me alegro hombre, ¿quién es? ¿Su padre?

- No, no, que va, yo soy Antonio Comesaña Otero y estoy llamando desde la habitación 376, lo que pasa es que aquí todo el mundo entra y sale del cuarto cuando les da la gana, parece que hablan entre ustedes en chino y a mí ni Dios me dice un carallo.
 

Tomado de La Pipa